jueves, 23 de diciembre de 2010

Es triste pedir, pero más triste es quitar limosnas



En el enlace superior se puede visualizar un vídeo de laSexta|Noticias del 21 de diciembre de este año, en el cual comentan que el Ayuntamiento de Alicante ha planteado aprobar una ordenanza municipal para que la Policía quite las limosnas a quienes piden en la calle, para así acabar con la mendicidad, y también para prohibir ejercer la prostitución en la vía pública.

Comencemos analizando la primera parte, la referida a la mendicidad:

En primer lugar, ¿es justo eso con respecto a los que piden? Quiero decir, ¿alguien que malvive en la calle, en unas condiciones lamentables, que en muchos casos se trata de personas maltratadas por la sociedad, gente incluso sin otra opción (como es el típico caso de los inmigrantes ilegales), merece ser castigada por haber decidido que no quiere ni dejarse morir, ni robar?

En segundo lugar, ¿es justo eso con respecto a los que dan la limosna? Cuando alguien da una limosna a una persona muy necesitada que malvive en la calle, realmente, ¿si se hubiese encontrado antes con el alcalde de su localidad, habría optado por darle la limosna a él?

En tercer lugar, ¿es una ordenanza que pidió la población? A juzgar por lo que opina la mayoría de la gente que sale en el vídeo (2 en contra frente a 1 a favor) parece que no.

En cuarto lugar, y no menos importante. También relacionado con mi entrada anterior. Si el órgano encargado de la ejecución de la ordenanza (la policía) no parece estar dispuesta a llevarla a cabo, ¿qué sentido tiene? Y esto algo que ocurre constantemente. Se aprueban leyes y leyes, que no luego no se pueden llevar a la práctica.
La ley es una planificación, y cualquier planificación debe tener en cuenta los recursos de los que se dispone para llevarla a la práctica. Imaginemos un empresario individual que echa la siguiente cuenta al principio del ejercicio económico: a un empleado lo pongo en las tareas de producción, a otro en las tareas comerciales promocionando el producto, otro que se encargue de la facturación y cobro, y el último será el encargado de la contabilidad. A lo mejor tiene trabajo suficiente para necesitar justo a cuatro empleados, y esa organización sería la idónea. Pero es que... ¡un empresario individual es aquél que no tiene empleados a su cargo!
Lo mismo ocurre con las leyes que aprueban los políticos. Además de la ordenanza del ejemplo, imaginemos que se hiciese una ley para que los médicos tengan sólo 1 minuto para atender a sus pacientes, y resulta que en un minuto no hay tiempo ni para saludarlos.

Y lo peor es que los políticos se felicitan a sí mismos cuando aprueban este tipo de leyes y piensan, ¿cómo no se me había ocurrido antes? ¬¬ En fin...




Y con respecto a la segunda parte de la ordenanza municipal, la que prohíbe ejercer la prostitución en la vía pública, ¿se soluciona así el problema de la prostitución?, ¿se acaba así con la explotación sexual?, ¿o simplemente se está ocultando el problema para que parezca que no existe? Pues, para eso, ¿por qué no hacen una ordenanza en la que prohíban la prostitución en Alicante? Que se vayan las prostitutas a otro municipio, así el problema pasaría a ser de otros políticos...

Y nosotros, ¿podemos hacer algo al respecto? "Sé el cambio que quieras ver en el mundo" (Gandhi).

2 comentarios:

  1. Hay que continuar con blogs como este y no parar, día tras dia. Ladrones, políticos, empresarios, financieros, banqueros, deportistas millonarios, etc etc. Todos con sus paraisos fiscales. Ya basta, La crisis que la paguen ellos.

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  2. Cada vez más tenemos el arma que temen: la información. Con eso y con educación se pueden cambiar mucho las cosas.

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