lunes, 3 de enero de 2011

Grecia, el país de las ruinas

Antes de comenzar con el análisis correspondiente a la entrada, me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que esta semana he subido una foto a mi perfil, consistente en un dibujo del planeta tierra en blanco y negro, y con la frase "que los recursos son escasos es lo primero que se debería tener en cuenta al establecer un planteamiento económico". Es curioso que hiciese eso cuando me gusta utilizar frases célebres que acompañen a mis planteamientos, y esa oración va en contra de la cita económica del británico Alfred Marshall, quien sentenció que "toda frase breve acerca de la economía es intrínsecamente falsa". Sólo a mí se me ocurre ir en contra de un ciudadano del país donde comenzó la Revolución Industrial... Pero bueno. 

El caso es que antes de ayer miré un resumen de las noticias del año 2010. Y, centrándome en las económicas, encontré en el siguiente enlace de Terra, una curiosa:


 La noticia escogida se corresponde con la foto de "los enfermos de la crisis", y habla en concreto del plan de rescate para Grecia, activado en mayo del año pasado.


Obviamente, esta noticia no es nada nuevo (por eso aparece un resumen de noticias del año pasado) ni desconocido. Pero voy a analizar casi exclusivamente su último párrafo: 

<<Hemos mostrado nuestra determinación de hacer lo que haga falta', contestó el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinou, quien recordó que el programa con el que su Gobierno pretende recuperar la confianza de los mercados incluye recortes de pensiones y reducciones salariales para los funcionarios>>

A ver si lo he entendido bien, y vosotr@s lo entendéis igual que yo. ¿Nos están diciendo que el gobierno griego se preocupa recuperar la confianza de los mercados, en vez de preocuparse de mirar por el bienestar de sus ciudadanos? (a recortes de pensiones y reducciones salariales no le llamo mirar por sus ciudadanos precisamente).

Desde hace décadas los trabajadores han aceptado ganar menos que los titulares de las empresas, porque no asumen el riesgo de perder su patrimonio, sino que es el empresario (persona física o jurídica) quien lo asume.

¿Qué ocurrirá en una situación como la actual, en la cual los trabajadores (especialmente en empresas de gran tamaño o sectores estratégicos) prestan sus servicios para una empresa cobrando mucho menos que los accionistas de la misma, y cuando ésta entra en situación de quiebra o concurso de acreedores, lejos de deshacerse, lo que ocurre es que el mismo trabajador que ganaba cantidades muy inferiores a las de los dueños de su firma, ve mermada su capacidad adquisitiva al tener que pagar más impuestos que irán a parar a su dueño para que no se deshaga la entidad)?

Lo desconozco, si lo supiese este blog probablemente se llamaría "los extríngulis de la videncia". Supongo que, en el mejor de los casos, todo el mundo querría ser empresario, porque es un chollo, y nos quedaríamos sin recursos productivos. Pero, ¿y en el peor de los casos? (lo dejo a imaginación del lector, la respuesta está en el futuro, se ruega paciencia). Quizá la siguiente imagen de Grecia inspire pensamientos al respecto:


Recuerdo perfectamente cuando en la facultad me enseñaron la importancia de contar con un Banco Central Europeo, como de vital es que este tipo de organismos sean independientes, para evitar por ejemplo que  los gobiernos soluciones indiscriminadamente protestas sociales de determinados colectivos (el profesor nos ponía ejemplos de latinoamérica) simplemente creando dinero, lo cual es posponer el problema, o sustituirlo por otro (porque habrá más inflación en el futuro).

Pero no recuerdo así que me hallan enseñado en la facultad lo que debemos hacer cuando un organismo supranacional independiente está equivocado con sus políticas. Los ciudadanos no escogemos al Banco Central Europeo (por no meterme en el tema de que hay multinacionales con mayor importancia económica que muchos países y los chantajean a su antojo, olvidando entonces sus políticos que se deben a sus ciudadanos), y quizá podríamos estar orgullosos del trabajo que ha realizado, pero no debemos permitir a ningún organismo que tome medidas equivocadas sistemáticamente, que no beneficien a la mayoría de la población, por muy independiente que sea. Habrá que buscar algún mecanismo para controlar o direccionar en la buena dirección a estos organismos.

También quería comentar en esta entrada que es muy fácil acusarnos a l@s que creemos que hay que cambiar y mucho el modelo de desarrollo económico (simplemente porque no es sostenible, ni medioambiental ni socialmente) de estar en contra del proceso. Pero es más difícil hacer un poco de autocrítica y descubrir que quienes realmente abogan por una involución son los que quieren que la economía se rija por la ley de la selva, por la ley del más fuerte. ¿Acaso no se empezaron a inventar las leyes precisamente para evitar este tipo de situaciones a nivel social, y las venganzas arbitrarias, etc.?

A pesar de que comenzaba la entrada admitiendo que he ido en contra de una frase célebre, no puedo evitar culminarla con otra, en este caso del estadounidense Ambrose Bierce, quien parece haber inspirado a la mayoría de gobiernos y empresarios actuales cuando dijo: "no robes: de esta manera no tendrás nunca suerte en los negocios. Haz trampas" 

"Sé el cambio que quieras ver en el mundo" (Gandhi).

2 comentarios:

  1. El mapa es de lo más convincente. Grecia es hoy el culo del mundo. Ni Uganda tiene tantas deudas.

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  2. Jejeje. Sí, la idea del dibujo es que va de culo, más que que sea el culo del mundo.

    Y no sólo Grecia, sino muchos otros países. Para mí el problema no es la crisis en si (que se gestó quizá en décadas, y poca gente se había parado a pensar que el crecimiento ilimitado es imposible), sino la gestión que se está haciendo de ella (con recortes sociales, salvando a empresas y arruinándose consecuentemente los países).

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